martes, 17 de febrero de 2009

Justicia

Ayer recibí un mail, una cadena o FWD, de una amiga que me hizo pensar. El asunto era "Justicia para la Dra María Cecilia Reales", el contenido un documento con una foto del conductor del auto que la mató en el choque en Yerba Buena, cuando ella se disponía a ir a su trabajo, al Hospital de Niño Jesús.

Además de alegar que el muchacho es un drogadependiente lo llama ASESINO y explica los hechos sucedidos de manera muy subjetiva, exponiendo el caso por supuesto a favor de la víctima.
Al ser menor de edad e hijo de un padre poderoso no fue sometido a un control de alcoholemia luego del incidente y se encuentra en libertad, en su casa en uno de los countrys mas caros de Tucumán.

Por supuesto no cuestiono la culpabilidad de el chico, pero creo que no esta en nuestras manos escrachar a un menor de edad por internet, con un titulo tan espantoso como el de asesino. Yo pienso que el hecho de manejar a alta velocidad y en estado de ebriedad (según dicen) es SIEMPRE una irresponsabilidad y una falta de amor propio y al prójimo. Pero es muy fácil juzgar y poner títulos a la gente sin conocer la verdad que, entre paréntesis, solo la conocen los dos chicos que iban en el auto y la fallecida doctora.

No puedo evitar pensar en que el conductor del auto podría haber sido un amigo mio, de esos con los que salgo los fines de semana, que sé que toman y manejan. Si lo hubiera sido, por supuesto velaría por la justicia por sobre todas las cosas pero me gustaría que se preservara su apellido en secreto, al menos, para resguardar a su familia, que nada tuvo que ver en el asunto.
Creo que cualquier padre pensaría dos veces antes de entregar a su hijo y así como yo nunca apañaría a un delincuente comprendo que el amor de un padre hacia un hijo puede hacerlos obrar contra la ley como según dicen ocurre en este caso. Todavía no tengo hijos, pero sé que me costaría la vida hacer lo correcto.

Considero que asesino es aquel que mata conciente a otra persona, no el un conductor de un auto que fue parte de un horrible ACCIDENTE. Si él sabía lo que podía pasar o no al subirse al auto influenciado por sustancias ( repito, según dicen) no lo sé. Pero por mis amigos sé que nadie espera matar a alguien a la salida del boliche, y es que así son los adolecentes y muchos jóvenes, está en nuestra naturaleza pensar que " a mi no me va a pasar" lo que nos diferencia es que algunos tenemos la capacidad para no manejar o no subirnos a un auto bajo los riesgos del alcohol al volante, otros no.


Los llamo a la reflección amigos, pensemos dos veces antes de reenviar una cadena de estas características, creo que uno nunca sabe como fueron los hechos si no los presenció y no debemos aprender a ponernos en el lugar del otro.
Quizás hable desde mi ignorancia, pero los invito a debatir sobre el tema luego de leer mi opinión, y es eso simplemente una opinión, de esas que cambian según la ética de cada persona, su historia de vida y su edad.

Para terminar, desde mi pequeño lugar en el mundo no me queda mas que desearle la paz a la familias de los involucrados y llamo a la justicia, a que el conductor pague su deuda con la sociedad por lo que hizo, y si no lo hace por los contactos influyentes del padre o por su edad o por lo confuso de los hechos aseguro que SI existe una justicia divina a la que nadie puede evadir.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Concuerdo parcialmente con vos, en el echo de que a mi no me va a pasar totalmente, y resguardar la identidad del involucrado tmb, lo que si al menos en mi caso, si manejo no tomo, o como mucho lo que se que no me limita en mi manejo o reflejos, (lease lo que permite el control de alcoholemia), pero fue un accidente, no hay por que tildar de asesino, a un pobre pibe, cuando no fue adrede, en fin.

Nice reflexion, kisses!!

Antonio Velasquez dijo...

Hola Juliana,

ví tu invitación a leer el blog así que aprovecho la posibilidad para comentar, algo más en general, respecto de este tipo de casos con gran ciber-trascendencia.

Ya antes he recibido cadenas señalando "este tipo es un pedofilo, esta direccion es un virus, etc" y como no tengo medios para comprobar que algo sea cierto, nunca las reenvio. Pienso que el activismo en estas cuestiones puede causar mas daño de ser falso que la ayuda que puede brindar de ser cierto. El caso que mencionas puede parecer diferente porque aquí todos tenemos una idea de lo que sucedió y algunos inclusive vimos el nombre publicado de la persona cuando se pensaba que tenia 18 años.

El odio que puede motivar a alguien a difundir una información que la justicia dispuso que sea confidencial (pese a que con los 17 años del menor parezca un mero tecnicismo) es reprochable. Ahora, comprendo que te pongas en el lugar del chico y de su familia ante una situación que es penosa para ellos tambien, y que como reconocés, en el rol de padre te llevaría a obrar quizá aun en contra de la ley... pero estos matices son los que llevan a la otra parte también a desafiar lo que sería correcto (en este caso, la preservación de la identidad). No es por comparar azarosamente dos casos muy diferentes, pero hace poco la hermanita de una amiga (a quien Alba y yo conocimos de muy pequeña) murió de forma sospechosa en el cerro. Todos sabemos los nombres de las sospechosas de haberla matado y sinceramente cada vez que leia sus iniciales en el diario pensaba cuanto se merecerían ser conocidas por todos al considerarlas culpables pero no tener estas responsabilidad para con la justicia. Obviamente uno en rol de espectador puede acallar estos impulsos pero me pregunto cuanto puede hacerlo alguien directamente involucrado... una vez que explota, el odio encuentra su camino en medio de tanto justiciero virtual que se puede encontrar en internet (mismos que quieren alimentar al africa haciendo clics o ayudar a alguien sin realmente hacer mas compromiso que el que se desprenda de una pantalla).

Haciendo otra mención tangente al tema, hace unos meses lei el caso de un estafador en bsas (mayor de edad) que vació electrónicamente las cuentas de muchas personas. Cuando entrevistaron a su padre dijo que no había hablado con el en años desde que decidió irse de casa y hacer su propio camino. A esta nota, un comentarista retrucaba que el padre era un hipócrita y le estaba dando la espalda a su hijo, y yo pienso: que debia hacer su padre? apañar la actitud del hijo, intentar encubrirlo, hablar ahora bien de el aunque sea de labios para afuera? pienso que debe haber sido muy duro para ese padre decir lo que dijo pero creo que hizo lo justo.

Para concluir con tan extenso comentario (y me disculpo pero casi siempre escribo así), en lo único que disiento sobre lo que escribiste es en considerar esto un accidente. Obviamente tiene una cuota accidental como toda contingencia de este tipo pero para mi un auténtico accidente, un horrible accidente, es el que no tiene causas humanas tan directas. El alcohol y/o la velocidad son pequeñas negligencias que cometemos a veces con mejor fortuna que otras pero no pueden llevarnos a creer que un choque sea una irregularidad, algo ajeno a la esencia de nuestro descuido. Para eso existen las figuras de homicidio culposo, que generan responsabilidades aunque sean a partir del descuido.

Me vienen un par de cosas más a la cabeza sobre esto último pero no quiero acaparar tanto. Respaldo la idea de no reenviar cosas que no nos constan ni hacernos eco de juicios apresurados (como sucede muy lamentablemente a menudo en internet, por ejemplo con el caso de los rescatistas del Aconcagua y el guía muerto en enero).

Saludos!