miércoles, 20 de enero de 2010

Sinfonía de Insómnia



Y de repente, justo en ese momento en el que estabas soñando eso taaaaaan lindo, viendo el sueño de tu vida realizado mentalmente te despertás. No sabemos por qué, ni como, pero tus párpados se abren para mostrarte la hermosa realidad nocturna. " que mala pata!" pensas... la luz entra por la ventana y algunos autos se empiezan a escuchar sobre la calle.

Mirás el celular irresponsablemente, que te encandila, ¡por supuesto boluda si estabas en plena oscuridad! cerrás los ojos rápido y la mancha te queda en la retina. Cuando se termina esa horrible sensación entreabrís los ojitos y alcanzas a ver la hora: 4:45 am.

Te das la vuelta con cara de " aquí no pasó nada"(como si no supieras la que se viene) para seguir durmiendo, como harías de costumbre... unos eternos minutos pasan y nada 5, 10, 20... nada... girás para el otro lado. ¿la almohada esta incómoda? ¡claro! al parecer cambian su forma mientras dormimos, y esa almohada querida y confortable que nos guió apaciblemente a un tierno descanso, a las 4 o 5 de la mañana se convierte en una fiera indomable y deforme, que se empeña por hacernos doler el cuello y la espalda.

¡Voy al baño! Realmente no sé por qué. Podemos pasar toda la noche sin ir a hacer pis, pero cuando nos despertamos a la madrugada es imperativo impostergable.

Vas a tientas hasta el baño para no prender ninguna luz, hasta que te das con el marco de la puerta en los dedos del pié. Indefectiblemente tendrás que encandilarte otra vez y cerrás los ojitos cuando estas adentro para que ese sueño, que se escapa como arena en costal roto no se vaya para siempre y puedas volver al país de los sueños. El ruido de la descarga del inodoro siempre es muy estruendoso a la madrugada, de eso ni hablar.

Apagas la luz, volvés a la camucha arrastrando los pies cayosos de bailarina que hace rato prometiste arreglar... Tu perro seguramente te mira con los ojitos entreabiertos y vuelve a dormir. Él sabe lo que le conviene y no se distrae por necesidades banales como las tuyas de ir al baño a las cinco y media de la mañana.

Los pies hechos un desastre.. mh... te metes en la camucha, ya con el ventilador mas fuerte y ahí, justo ahí es que comienza la verdadera tortura matutina.

Las chicharras. Si, si, LAS CHICHARRAS, son esas bicharracas que te avisan que en poco tiempo el sol va a salir a calentar el cemento... y con ellas sus amigos, que llegan quince o veinte minutos después, los pajaritos. Y NUNCA ODIASTE TANTO A UNOS PAJARITOS. Que, naturalmente, saludan el alba y revolotean alegres de rama en rama anticipando un nuevo día en la tierra del señor.

Como si fuera un after de mala muerte, en Tucumán, un viernes a las cuatro de la mañana, a ese ritual matutino se unen muchos personajes sonoros de dudosa procedencia: el diarero, varios autos mas... un muchacho en un carro que compra baterías viejas, alguien que camina por tu vereda haciendo ruido; todos al compás del quilombo matutino.

Con ellos, es inevitable, que tu cabeza comience a maquinar. Y, como en ningún momento del día, estas lúcida y los pensamientos aparecen de a miles.. que miles, millones. Todos abarrotados queriendo llamar la atención.

" que el lavarropas está roto, que como voy a lavar, esa camisa que no encuentro ( espero que esté sucia) que me la puse para ir a bailar la ultima vez, con las chicas.. ayy como las extraño, que estarán haciendo, que tiene un piercing nuevo, a mi me gustaría, no puedo por que voy a ser azafata ( ojala), que el sábado seguimos con el profesor doctor para ver lo de resucitación. ¡Ay fisiología tengo que rendir! tengo que ir a la facultad a buscar el programa) y así sigue y sigue, interminablemente la cadena de pensamientos mas estúpidos que alguien pudo hilar a esas horas de la mañana.

La almohada sigue incomodísima y el cuerpo en esa temperatura en la que si te destapás te hace frío y sino calor. Ahora, cuando el sol ya se cuela irreverentemente a través de la cortina de tu ventana es que es el momento de tomar una decisión. Luchar o perecer...

Si sos una persona paciente, seguramente te valdrás de alguna de las simpáticas técnicas para conciliar el sueño, que todos sabemos que son falsas pero verdaderamente efectivas si uno las realiza durante mucho tiempo y finalmente se duerme de aburriento... Si no, si sos como yo te levantas a las seis. Vencida totalmente por ese insomnio insoportable. Prendes la Pc y comenzás a escribir.


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