miércoles, 1 de octubre de 2008

Sobre ángeles y humo

Sentada como en una capsula que se trasporta entre miles de sueños espesos el frío que sentía en los pies recorrió todo mi cuerpo hasta mi nuca. A través del vidrio empañado podía ver un cielo poblado de estrellas como una plancha de papel que se extendía desde el horizonte hacia el infinito.

Cerré los ojos y me sumergí en el ritmo de mi respiración, dentro de mí podía escuchar muy fuerte el latir de mi corazón. El sonido me recordaba quizás, al tibio útero materno. No existía tiempo ni espacio, ni tampoco dirección alguna, por alguna razón ninguna de esas cuestiones lograba inquietarme, solo sentía una extraordinaria curiosidad.

Una inmensa nube gris se abalanzó hacia mi en la fría noche, por un momento me pareció percibir un aroma dulce a humo, un olor que penetraba la asepsia de mi mundo. Me alertó pensar en la vulnerabilidad de mis pulmones, que hacia tanto tiempo no aspiraban el aire que recordaba del exterior. Luego de esa extraña nube sobrevinieron momentos de confusión que me parecieron eternos, aunque dije que dentro mío el tiempo no existía, tengo que confesar que mi cuerpo aún conserva vestigios de minutos y horas.

Un resplandor naranja se deslizaba como un río de lava junto a mí. Sobre ella el mismo humo gris escapaba hacia el cielo del tremendo calor que la mancha despedía. Imaginé ese fuego como una señal de desazón, de abandono y malicia sin embargo no podía dejar de observar el espectáculo de destrucción.

Supuse que eran campos quemados, hectáreas de plantas fundidas en lava y fuego, provocadas tal vez por una guerra eterna entre ángeles y demonios. Las manchas de fuego eran sin duda una puerta abierta hacia el averno y yo obnubilada me acercaba cada vez mas hacia mi destrucción.



Foto Tomada por Jorge Gianserra

1 comentario:

Anónimo dijo...

Realmente me transporto a otro lado, me llevo y me trajo, pero en un momento me perdi, nunca imagine que se tratara de algo tan simple, me gusto mucho, y por sobre todo.. lo expresiva y detallista que podes llegar a ser en tus escritos, son realmente como hijos, en fin.. sigo divagando hoy dia, me gusto, besos ju..